Siempre usamos mascaras para no demostrar lo que realmente sentimos, para callar nuestros miedos, nuestras inquietudes. Nos parece más fácil fingir que no pasa nada, usar un antifaz y pensar que todo bien…
Cuando en realidad por dentro todo esta mal, nuestro interior se cae a pedazos y no podemos juntarlos de vuelta, nuestras ganas de seguir se escapan como el agua del mar de nuestras manos, tratamos de callar nuestro verdadero yo, mantenerlo oculto por temor a ser lastimados y no nos damos cuenta que somos nosotros mismos los que nos lastimamos, nos hacemos le peor de los daños, el alejarnos del mundo entero y de las personas que nos quieren…
Porque esa tendencia de autodestrucción, a buscar esa soledad que solo nos destruye más, a lastimarnos sin motivos, a ponernos esa macara…
Mil veces reí y otras más llore, grite por un amor, buscando un porque a todo lo que me pasa, un porqué que hasta ahora hoy día no tiene respuesta alguna o tal vez simplemente no lo quiera ver… es tan fácil buscar un culpable que nada tiene que ver con nuestros problemas…
Cuando los verdaderos culpables somos nosotros mismos…