domingo, 15 de agosto de 2010

Siento la frialdad de una lapida, el aroma de un sarcófago profanado, siento la muerte venir y ya no pienso huir. Esta carrera contra la muerte ya no tiene sentido, todo en mi se a desvanecido, solo el recuerdo de una vida pasada en mi habita,el alma de un cuerpo cansado, dolido, engañado y un corazón mutilado que ya solo piensa en descansar...

Pero cuando el alma menos lo espera, cuando el corazón menos lo piensa es que aparece lo que menos se imaginaban... y es que apareciste de la nada, cuando todo se dio por perdido, cuando se dejo escapar a la esperanza para que habitara en su lugar un sentimiento de desinterés alguno para cualquier sentimiento...

Y la frialdad de una lapida, se transformo en el calor de un sentimiento cálido... El aroma de una sarcófago se transformo en el aroma que solo un corazón des esperanzado y dolido pudo percibir... Ahora siento a la muerte alejarse de mi para darme de vuelta una ventaja y demostrar que aun la muerte es piadosa con sus discípulos, que es capaz de darnos una oportunidad cuando no se la hemos pedido...

La muerte me mostró su lado amable, cuando menos lo esperaba...

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